miércoles, 30 de marzo de 2011

Poema para el día del maestro

En las horas de enseñanza te hemos visto bajar tu mirada marchita, en donde se asoma con tristeza tu lágrima, como el que ha perdido toda esperanza; cuando con desconsuelo vez que tus anhelos de enseñanza han sido ignorados por lo que deben de escuchar para aprender, o ignorado por los que examinas.

Desconsolado por tanto trabajo, llegado el momento en el que te dan como trofeo su indiferencia o desprecio.

Orgulloso debes sentirte, porque el mañana te lo gratificará y a él se lo cobrará.

Con gran amargura recordará tus sabias enseñanzas, pero, sólo se, lo lamentará...

Colaboración de Raquel Ramírez
Mexico

Fechas para el día del maestro

  • Argentina: 11 de septiembre
  • Bolivia: 6 de junio
  • Brasil (Dia do Professor): 15 de octubre
  • Canadá: 5 de octubre
  • Colombia: 15 de mayo
  • Costa Rica: 22 de noviembre
  • Cuba: 22 de diciembre
  • Chile (como Día del Profesor): 16 de octubre
  • Ecuador: 13 de abril
  • El Salvador: 22 de junio
  • Estados Unidos: martes de la primera semana de mayo
  • Guatemala: 25 de junio
  • Honduras: 17 de septiembre
  • México: 15 de mayo
  • Nicaragua: 29 de junio
  • Panamá: 1 de diciembre
  • Paraguay: 30 de Abril
  • Perú: 6 de julio
  • Puerto Rico: viernes de la primera semana del mes de mayo
  • República Dominicana: 30 de junio
  • Uruguay: 22 de septiembre
  • Venezuela: 15 de enero
  • España: 27 de noviembre
  • Portugal (Dia do Professor): 5 de octubre (Día Mundial del Maestro)
  • Rusia: 1 de septiembre
  • Vietnam: 20 de noviembre
  • Polonia: 14 de octubre
  • Jamaica: 6 de mayo
  • Australia: último viernes de octubre
  • Singapur 1 de septiembre

Oración de un niño a su maestro

Maestro, tu que haz de plasmar mi alma y modelar mi corazón, compadécete de mi fragilidad.
No me mires con ceño adusto si no te comprendo, ten paciencia.
No te moleste mi bulliciosa alegría; ¡conpártela!
No atiborres mi débil inteligencia con nociones superfluas.
Enséñame lo útil, lo verdadero, lo bello.
Trátame con dulzura, Maestro, ahora que soy pequeño.
Cuántos dolores me esperan en la vida: en medio de ellos, el recuerdo de tu benevolencia será estímulo bienhechor.
No me riñas injustamente...Ámame, Maestro, que yo también, aunque no sepa demostrártelo, te amaré mucho, mañana más que hoy.
Cúltivame, Maestro, como un jardinero sus flores.
Y yo perfumaré tu existencia con el incienso perenne del recuerdo y la gratitud.
Maestro, buen Maestro, que haz de dar luz a mis ojos, aliento a mi cerebro, bondad a mi corazón, belleza a mi alma, verdad a mis palabras, rectitud a mis actos;
¿Maestro no desoigas mi oración!

Por el padre sacerdote .. .Walter de Jesús Zapata Velásquez.